El fomento de la tecnología pone a disposición de las empresas un registro horario de la jornada laboral mucho más fiable

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Poco a poco, y aunque a veces nos parezca mentira, vamos obteniendo derechos como trabajadores y trabajadoras. La sociedad debe ir progresando hacia una mejor calidad de vida para todo el mundo y esa debe ser una de las prioridades de todo tipo de gobiernos, con independencia del país o región que esté bajo su mandato y de su color político. Si hay compromiso y voluntad, se pueden conseguir esos avances. Y hay pruebas de que eso está siendo así en el interior de nuestras fronteras. El aumento del salario mínimo y la apuesta por fichar en el trabajo ponen de manifiesto que esto es tan real como la vida misma. 

En España, esas dos cuestiones se han conseguido en los últimos años y debemos valorar que se hayan produciendo estos progresos, porque os podemos asegurar que esto no es lo común en la mayoría de países que forman parte de nuestro planeta. Es cierto que la precariedad sigue existiendo, pero poco a poco la vamos arrinconando, que es de lo que se trata. Es difícil saber si vamos a conseguir que se termine esa precariedad algún día, pero sabemos que cualquier tipo de gobernante público está trabajando en ello. 

Una gráfica publicada por la página web Statista informaba del volumen de población ocupada en los últimos años en España. Imaginaos lo importante que es que toda esa gente se encuentre bien en su puesto de trabajo y que, por ende, se encuentre motivada a la hora de realizarlo. ¿No nos iría mejor a todos? La gente no sólo sería más feliz, sino que, además, sería mucho más productiva. Y ya sabemos lo que ocurre cuando eso es así: que la eficiencia y rentabilidad de las empresas crece como la espuma. Ese es el objetivo. 

Vamos a hablar ahora de la cantidad de horas extra que se realizan en España. Según indica una noticia publicada por eldiario.es, se hacen más de 6 millones de horas extras a la semana en el interior de nuestras fronteras. Lo más preocupante de todo es que la mitad, más o menos, ni se pagan ni se recompensan de ninguna manera. Lo cierto es que es un dato realmente escalofriante y que deja claro que, durante muchos años, los trabajadores han estado indefensos. No cabe la menor duda de que era más necesario que nunca apostar por el registro horario de la jornada laboral para acabar con el problema. 

La potenciación de la tecnología ha venido asociada a una mejora de las condiciones laborales de los trabajadores y trabajadoras de este país. La mejor prueba de ello es la implantación del registro horario de la jornada laboral, algo que se está convirtiendo en habitual en las entidades españolas en función de los datos que nos han transmitido los profesionales de Track People en una conversación reciente. Desde luego, lo que es evidente es que la mejora tecnológica debe seguir conduciendo a un propósito digno, legal y recomendable como la salud laboral. 

Un control que va a ser más exhaustivo de cara al futuro 

Hay que tener en cuenta que, hasta ahora, lo que es obligatorio es que exista un fichaje en lo que respecta a nuestra jornada laboral, pero se trata de un fichaje que incluso puede ser realizado en papel. Como es lógico, hacer las cosas de una manera tan alejada de lo tecnológico se aleja de la precisión, por lo que ese modelo de fichaje no es el adecuado y es el que todavía siguen muchas empresas a día de hoy. Lo mejor es que todas ellas empiecen a adaptarse a un fichaje más digital porque es lo que va a terminar siendo obligatorio más tarde o más temprano. 

Ojalá que dentro de poco tiempo podamos decir que el tiempo que viene registrado como trabajado en nuestra ficha anual es lo que de verdad hemos hecho. No queremos aproximaciones ni mentiras. Queremos exactitud, y es precisamente este uno de los valores que potencia en mayor medida el registro horario que se realiza a través de diferentes soportes tecnológicos. Hay que aprovecharse de las ventajas que están asociadas al mundo digital y tecnológico y esta es una de ellas. 

Cuidar de los empleados y empleadas es una labor que a nadie que dirija una empresa se le puede pasar por alto. No cabe duda de que es uno de los secretos del éxito de una enorme cantidad de empresas y que es válido para entidades de cualquier nación y de cualquier cultura. No se puede tener éxito con una plantilla de trabajadores y trabajadoras que no se sientan cómodos realizando la labor para la que han sido contratados. Hacerles felices es, al fin y al cabo, una necesidad. 

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