Cuando hablamos de las ventajas y de los avances que Internet ha hecho posibles en la sociedad en la que hoy vivimos y nos movemos, solemos hacer hincapié en esas ventajas para un consumidor final o cliente, dejando de lado todo lo que está relacionado con empresas o intermediarios. No cabe la menor duda de que la red nos ha beneficiado a todos, pero… ¿A quién más? ¿Son las empresas las grandes beneficiadas de la aparición de un elemento como lo es Internet o la comodidad que ahora tienen los usuarios sigue siendo lo que destaca por encima de todo?
Hay opiniones para todos los gustos. Pero también hay hechos que nos hacen pensar unas cosas y no otras. Hechos que son, por supuesto, verídicos. Pongamos un ejemplo: un cliente se beneficia de la existencia de Internet a causa de la comodidad con la que puede comprar a día de hoy. Pero es que una empresa puede aumentar el volumen de sus ingresos gracias al ecommerce mientras que, al mismo tiempo, puede beneficiarse también de la comodidad que es comprar online y recibir directamente un producto o un servicio en su sede. Doble ventaja.
Que el negocio online vive un auge tremendo está fuera de toda duda. El portal web Puro Marketing informó hace algún tiempo de que, en España, ya eran 3 de cada 4 internautas los que compraban a través de la red, una cifra que pone de manifiesto la enorme importancia que tiene para los usuarios la compra por Internet. Pero es que esos usuarios, a los que solemos concebir como personas físicas, también pueden llegar a ser empresas que buscan en el entorno digital un mejor servicio o proveedor.
Está claro que los negocios digitales marcan la pauta en el presente y que la van a marcar en el futuro. Esa es la línea general de otro interesante artículo, en este caso publicado en el portal web de El Progreso. Y es que trabajar en el entorno digital nos permite ser más rápidos, eficientes y efectivos. Para una empresa, estos tres valores tienen una importancia sublime y es evidente que ninguna de ellas va a negociarlos por nada del mundo. Lo contrario sería tirar piedras contra su propio tejado. Y no parece lo más indicado para seguir creciendo.
Las empresas son las grandes beneficiadas de la llegada del mundo digital, incluso por delante de los propios usuarios individuales. Se han beneficiado de las ventajas que supone tener un sistema de venta online que a buen seguro permite redoblar sus beneficios. Es el caso de una entidad como Ibertronix, una entidad que, a pesar de ser de utilidad (se dedica a la venta de, por ejemplo, cámaras termográficas para visualizar el interior de hornos) para entidades dedicadas al sector del hierro o el acero, tan tradicionales para algunas cosas, ha encontrado en Internet un medio ideal para captar clientes.
Un negocio en el que la tecnología es fundamental
Ni que decir tiene que la tecnología juega un papel de lo más importante en empresas que trabajan como lo hacen las dedicadas a la fundición del hierro y del acero. En ese tipo de gremios la seguridad es lo más importante y ese es el motivo por el cual la apuesta por la tecnología no se discute, sino que se realiza sin ningún tipo de problemas. Es elemental depositar toda nuestra confianza en la tecnología. Ésta se ha ganado por derecho propio el que tengamos todas nuestras esperanzas puestas en ella.
Por fortuna, no solo en los sectores que acabamos de comentar se han experimentado mejoras en seguridad en lo que a la tecnología atañe. Son muchas las actividades que se han visto beneficiadas por ello y no cabe la menor duda de que también Internet ha jugado un papel bastante relevante a la hora de promocionar y dar visibilidad a todos los avances que se han producido en materia tecnológica en los últimos años. Desde luego, se han evitado grandes riesgos y desgracias gracias a ella.
Quedan muchas cosas por hacer y, desde luego, muchas cosas a las que poner una solución. La tecnología e Internet tienen grandes retos por delante y el primero de ellos no es otro que el de ser prácticamente infalibles en lo que tiene que ver con la seguridad y la promoción de dicha seguridad y las tecnologías que la posibilitan. Pero hay que tener paciencia. El mundo digital nunca nos defrauda y pondríamos la mano en el fuego a que en esta caso tampoco lo hará.