El teletrabajo o trabajo en remoto es una modalidad de empleo que permite a los profesionales trabajar fuera de la oficina. Se trata de un concepto basado en la premisa de que, para lograr un trabajo bien hecho, no es necesario realizarlo en la despacho.
Esta forma de trabajo permite una mayor flexibilidad a los trabajadores y hay muchas maneras de hacerlo. Se puede trabajar desde casa pero ir algún día a la oficina para reuniones presenciales, se puede trabajar en cafés o bibliotecas que tengan wifi o, incluso, en espacios de coworking.
Trabajar desde casa puede ser duro, pero el secreto definitivo para ser productivo está en los espacios. Y es que la humanidad se divide en dos tipos de personas: las que prefieren trabajar desde la oficina y las que prefieren hacerlo desde la comodidad del hogar. Pero en algunos casos sucede algo curioso: lo que quieres es precisamente lo que no tienes. Si trabajas en un entorno laboral, es muy probable que sueñes con hacerlo desde la comodidad de tu cuarto o de tu estudio.
Si lo haces en casa, seguro que te mueres por tener una rutina y compañeros de trabajo. Cada hábito tiene sus cosas buenas y cosas malas. Con el primero, estás en contacto con la cultura empresarial y tienes hábitos más estables. Con el segundo, ahorras en ropa, en transporte y en quebraderos de cabeza con tu jefe.
Ventajas del teletrabajo
El teletrabajo tiene una gran cantidad de ventajas:
- Mayor flexibilidad en el horario laboral.
- Mejorar el estilo de vida y comer más saludable.
- Mayor libertad a la hora de establecer horarios y gestionarse el tiempo.
- Mayor productividad si se consigue realizarlo de forma eficiente.
- Aumento del sentido de la responsabilidad.
- Facilidad para la conciliación laboral.
Cómo trabajar desde casa
Para que el teletrabajo sea productivo y podamos ser no solamente eficientes, sino que sintamos el avance laboral, debemos seguir los consejos que comparten con nosotros los especialistas de Timenet, quienes trabajan con registros de jornadas laborales y nos recomiendan los siguientes aspectos a cuidar.
● Establece una rutina y unos horarios
Establecer una rutina es la única manera de hacer entender a tu cuerpo que es hora de ponerse a trabajar. Y es que para mantener la productividad es imprescindible organizarse y cumplir unos horarios. Empieza por ponerte el despertador pronto, ducharte por la mañana, desayunar y vestirte como si fueras a trabajar.
Define también a qué hora empiezas y a qué hora acabas tu jornada. Lo mejor de teletrabajar es la flexibilidad en el horario y escoger aquel en el que eres más productivo.
● Tu casa no es tu trabajo
El primer y más importante consejo es aquel que cuida tu salud mental. Puedes trabajar desde casa, pero no puedes vivir en el trabajo. Es imprescindible que diferencies tu espacio de trabajo del resto de tu hogar. De lo contrario, tu espacio vital y tu espacio laboral empezarán a fusionarse de manera peligrosa.
Si no puedes dedicar toda una habitación a tu entorno de trabajo, escoge un rincón perfectamente equipado y decóralo de manera eficiente.
- Solo los muebles estrictamente necesarios para trabajar.
- Decoración alegre pero muy sencilla, sin estridencias.
- Minimizar los focos de interrupciones: si convives con alguien, infórmale de que estás trabajando y no puede molestarte por cualquier minucia
● Utiliza más la tecnología y menos papel
En estos tiempos ya no tiene sentido depender de los folios y el bolígrafo. Puedes seguir recurriendo a ellos para ciertos momentos de inspiración o para abordar tareas concretas y diferenciadas, pero lo ideal es que te muevas a lo digital.
El almacenamiento en la nube, la introducción de la tecnología en todas las facetas de la vida laboral, la digitalización, la gestión electrónica de documentos… Todo esto permite crear lugares de trabajo más inteligentes y eficientes, en la oficina o fuera de ella.
La tecnología te permitirá también una comunicación perfecta con tus compañeros de trabajo y jefes. Tu vida laboral solo va a mejorar gracias a aplicaciones cada vez más eficientes que garantizan diálogos fluidos, reuniones a distancia, trabajar conjuntamente en documentos en línea
● Atención a la temperatura
La temperatura de tu entorno de trabajo es un factor importante. Si se te va la mano con la calefacción sufrirás de sequedad en las mucosas, piel irritable e incluso dolores de cabeza, por no hablar del derroche energético que acabará pasándote factura (literalmente). Si pones el aire acondicionado demasiado alto también sufrirás consecuencias negativas en tu salud y tu bolsillo.
La solución es acostumbrarte a trabajar a estas temperaturas:
- Con la calefacción encendida: a 21ºC como mucho, siendo recomendable que te abrigues un poco más y bajes a 20ºC. Tu bolsillo lo va a notar.
- Con el aire acondicionado encendido: nunca por debajo de 25ºC.
- Con todo apagado: es la situación ideal para la eficiencia energética y debes aprovecharte de los momentos otoñales y primaverales en los que tu casa consiga mantenerse por sí misma entre los 19ºC y los 26ºC, un rango de temperaturas al que deberías poder trabajar agradablemente si adaptas tu vestimenta a las circunstancias.
● La luz del sol hace crecer las ideas
La siguiente pregunta es la cantidad de luz natural. Tu objetivo debe ser trabajar en un entorno con el máximo posible de luz solar indirecta. Si debido a la orientación del inmueble esto es difícil o imposible, instala una lámpara de mesa para cuando necesites concentrarte en algún documento y una lámpara de pie para la luz de ambiente. Para un trabajo eficiente, usa bombillas de bajo consumo.
En las ventanas instala estores o cortinas que dejen pasar claridad y eviten el molesto deslumbramiento, principalmente si trabajas con el ordenador o pantallas.
- Pon orden en el espacio
Es precisamente uno de los aspectos más importantes para cambiar tu entorno de trabajo. Aunque parezca anecdótico, no lo es. Una mesa desordenada garantiza una agenda desordenada, un día desordenado y una mente desordenada.
● Aléjate de las distracciones
Este es, probablemente, uno de los puntos más complicados. Cuando la línea entre trabajo y casa comienza a desdibujarse, es habitual que empieces a distraerte con mayor facilidad. Por ese motivo, es fundamental definir momentos para consultar las redes sociales, hacer llamadas personales, planificar viajes y cualquier cosa que no sea propiamente del trabajo.
● Haz pausas y sal a la calle
El trabajo en remoto desde casa puede provocar que pases más tiempo encerrado y, por lo tanto, que te muevas menos. Es muy importante tanto para el cuerpo como para la mente hacer descansos. Puedes aprovechar para hacer estiramientos, para salir a dar una vuelta a la calle -corta- o para ir a la cocina a coger algún snack saludable. Cuando retomes el trabajo verás que tienes más energía.
● No pierdas el contacto con los tuyos
Trabajar desde casa no significa que tengas que estar siempre solo. Es más, es muy recomendable que una vez termines tu jornada laboral, quedes con los tuyos o llames a algún amigo o familiar. Los humanos somos seres sociables por naturaleza y necesitamos sentir a los demás.
Lo más importante del teletrabajo es que podamos ser productivos, eficientes y que sepamos organizarnos de forma que podamos cumplir con nuestras responsabilidades tranquilamente desde casa.