Dentro del mundo empresarial, a nivel ejecutivo, existen diversos puestos directivos que requieren de una capacitación especial para cumplir con los objetivos deseados. Por norma general, las empresas, cuentan con su equipo para resolver todo tipo de problemas que se produzcan en el entorno laboral. Sin embargo, en casos particulares, aunque frecuentes, puede ser necesario recurrir a una ayuda externa. Es esta situación, la figura de interim management, es la clave de que los proyectos alcancen el éxito.
Tanto si se trata de una reforma de la política interna de la empresa, como si la misma pretende expandirse o simplemente para innovar en su sector, estos profesionales, son los más cualificados para impulsar los proyectos. Mientras que a la mayoría de los mortales, esta figura puede resultar desconocida, cada vez cuenta con mayor presencia en las empresas españolas. La misión principal de los interim management, es garantizar la buena calidad de un proyecto sin tener que recurrir a una inversión elevada.
Como decimos, pese a tratarse de una figura poco conocida para una inmensa mayoría, este perfil profesional tan especializado, surgió en los años setenta. En los Países Bajos, una empresa con necesidad de finalizar los contratos con sus trabajadores a consecuencia de la escasez de recursos, se optó por contratar a una persona especializada y capaz de llevar a cabo tan desagradable misión. El porqué de esta decisión, era bastante sencillo de entender: sería una persona ajena a la compañía la que se encargara de dar la noticia. Puesto que se trataba de una contratación temporal, los dueños de la compañía no tendrían que lidiar a posteriori con las malas calas de los empleados, en tanto que la persona contratada, desaparecería.
Ese fue el momento clave en el que se originó esta figura. Para conocer más a fondo a este profesional, contamos con la ayuda de AMG Interim que nos define el concepto de la siguiente manera: un interim manager o manager de transición, es un profesional en una o más áreas, cualificado para ejercer una colaboración temporal con una empresa, cuando esta necesita resolver algunos asuntos o cuestiones de mayor complejidad.
Resolviendo crisis para el avance de la empresa
Lo más habitual es encontrarse con estos profesionales cuando la empresa se encuentra inmersa en una crisis o quiere implementar medidas nuevas, entre otras situaciones. Gracias a su objetividad por no estar directamente implicados con la empresa y situación en particular, son capaces de analizar el problema, encontrar una solución, planificar una estrategia, comprobar los resultados, e irse por la puerta de atrás. A parte de estas funciones, los interim management, cumplen con otras tantas y cuentan con un perfil más que especializado para aportar a las diferentes empresas con las que trabajan, toda su experiencia y potencial.
En un momento como el presente, en el cual la digitalización lo está transformando todo a pasos agigantados, incluyendo los procesos de trabajo, contar con este tipo de figura, es extremadamente útil. Sobre todo el ámbito IT, en el cual las empresas deben recurrir de manera constante a una eficaz y eficiente toma de decisiones, evitar las crisis y maximizando las oportunidades de crecimiento.
Siendo así, el trabajo de un interim management, consiste en ofrecer a sus clientes un servicio completo con un alto valor añadido que, permita hacer más sólida la estructura de la compañía. Precisamente, gracias a ese aporte que confiere la visión externa de una compañía, pueden actuar con la autoridad y autonomía necesaria para poder ejecutar todo tipo de decisiones importantes. Podríamos añadir que contar con un interim management, es de por sí, una innovación empresarial, por todo lo que conlleva.
Dentro de las múltiples funciones que puede desempeñar un interim, vamos a tratar las más relevantes, sin restar importancia a ninguna de ellas. Ante la necesidad de contratar a un profesional de este calibre, las empresas, deben buscar al que más se adapte a sus necesidades en ese momento: si se trata de marketing, necesitaran un profesional del marketing; si se trata de finanzas, el interim deberá estar especializado en cuestiones económicas y así, sucesivamente.
Es decir, si tienes un equipo de baloncesto y durante la temporada no lo han hecho bien, es posible que haya que realizar cambios. Contratar a un entrenador externo para que se ocupe del equipo una temporada y mejore su rendimiento, es una excelente alternativa para sacar lo mejor del equipo. No puedes contratar un entrenador de fútbol o tenis, debe ser de baloncesto. Así ocurre con los interim management.
Se trata de una tercero que procede de otro lugar, con lo que carece de esos vínculos que nublan la visión cuando eres parte de un todo. La objetividad es la esencia de los interim management. Esto les permite aportar ideas nuevas, actuar con celeridad y firmeza e innovar en las empresas.
Lo que tu interim puede hacer por ti (por tu empresa)
Mucho. Un interim puede hacer mucho por una empresa y, por ende, por todos los que forman parte de la misma. En primera instancia lo que puede hacer, es analizar de forma clara, precisa y objetiva, las necesidades de la empresa. Al mismo tiempo que analiza la posibilidad de mejorar todos los procesos corporativas. Para ello, ofrece una postura imparcial en toda situación crítica que le permite formular las estrategias y planes de acción necesarios.
Estas funciones se solapan entre sí. El interim llegará, observará, encontrará el problema y buscará la solución más adecuada, con la finalidad de mejorar todos los procesos de trabajo, el rendimiento y la eficiencia. Su capacidad para establecer los procesos necesarios para cumplir los objetivos propuestos por la empresa, permiten innovar y promover el crecimiento de las empresas con mayor simplicidad y menor esfuerzo.
Por otro lado, sus capacidades permiten que puedan comprobar si los recursos de la compañía están siendo adecuadamente utilizados. Ejemplos como el uso de las licencias informáticas y su correcto uso y explotación, la productividad de los trabajadores, etc. Analizando esos aspectos, generará diagramas con las mejoras y como implementar las mismas.
Suelen ser contratados de forma habitual en los momentos de crisis. Cuando su contratación se debe a la resolución de problemas que derivan en una crisis, su plan de actuación consiste en elaborar un manual de crisis tras su resolución, con el objetivo de que la empresa adquiera los mecanismos necesarios para sortear todo tipo de obstáculos.
Por último, el análisis de las oportunidades de mercado que permiten potenciar el trabajo empresarial. Cuando se cuenta con cierto grado de experiencia, es fácil detectar los ciclos del mercado, las tendencias y las oportunidades de inversión. Por lo tanto, un interim, sabrá hacer las recomendaciones de compra de un servicio más adecuadas para la empresa en el momento en que sea contratado por ella.
Conociendo más detenidamente todo lo que un interim management puede hacer por una empresa, resulta extremadamente fácil comprender los beneficios que conlleva para una empresa. En este punto, cabe destacar la consecución de los objetivos planteados de forma rápida, eficiente y segura. Un interim cuenta con el bagaje necesario para trabajar de manera productiva y eficiente, puesto que sabe que su tiempo es limitado.
Como profesional que ha trabajado en otras empresas, cuenta con la información necesaria para poder crear proyectos de vanguardia dentro del mercado. Conoce las tendencias, por lo que puede sugerir cuales son las tendencias y las ideas que se deben implementar. Son flexibles y se adaptan a la estructura empresarial, aportando todo tipo de conocimientos que pueden resultar de interés para la empresa. Esto implica una disminución del riesgo en la contratación, lo que constituye uno de los beneficios más notables para las empresas.
Recalcamos que el punto fuerte del interim management es la objetividad. Sin esta visión independiente, todas las funciones que puede desempeñar un interim, se desvanecen, por lo que se trata de un valor añadido de gran importancia a la hora de resolver todos los problemas y situaciones negativas que vive la empresa. Desde dentro no se ve con claridad y el interim, siempre mira desde fuera.
Inevitablemente, se trata de una figura clave dentro de la gestión empresarial y su contratación cuenta con una serie de ventajas, aparte de los beneficios para la empresa que ya hemos citado. Cuentan con disposición inmediata, sin necesidad de proceso de búsqueda de un perfil, dada su dilatada experiencia. Trabajan contra reloj para cumplir los objetivos pactados. Son independientes y no está contaminados por las políticas nefastas de las empresas, lo que les concede esa visión neutral tan mencionada. Afronta la adversidad haciendo gala de su resiliencia, transformando debilidades en puntos fuertes. Forman al resto de empleados de la compañía, transfiriendo sus conocimientos y experiencia al equipo directivo, a la vez que transforma la visión interna de la empresa. Su plasticidad, consecuencia de la experiencia y su focalización en la consecución de los objetivos, convierten al interim management, en el sumun de la productividad y la innovación.
En definitiva, el interim management es el directivo suplente. Ese que sale al terreno de juego como el jugador de fútbol que pasa el partido en el banquillo, para marcar el gol de la victoria.