La primera vez que escuché hablar de la sidra fue en una excursión: no sabía bien lo que era, pero me imaginaba que era algo malo ¡ya que todo el mundo lo relacionada con el alcohol! Sin embargo, me daba muchísima curiosidad, y cuando investigué un poco más, me di cuenta de algunas cosas bastante sorprendentes.
La primera, es que resulta que la sidra no sólo era una bebida en sí misma…guardaba mucha relación con nuestro país, y con el proceso de vendimia que define el trabajo de numerosas comunidades autónomas, como Andalucía. La segunda, es que la sidra no se crea de la forma que yo pensaba, ya que la tecnología juega un papel muy importante en su proceso ¡no podía creerlo!
Así que, si eres un o una curiosa como yo, este artículo es para ti: acompáñame a descubrir la increíble relación que guarda la tecnología con la sidra ¡quedarás sorprendido!
¿Qué es la sidra?
Por si no lo sabías y has entrado a leer este artículo por pura casualidad, te explico lo que es la sidra ¡así entenderás todo esto mucho mejor!
La sidra es una bebida alcohólica fermentada que se elabora a partir del zumo de manzana. Puede ser seca o dulce, y su nivel de alcohol es diferente según el proceso de fermentación, contando con un 4% y 8% normalmente. El origen de la sidra se remonta a siglos atrás, y su consumo es especialmente popular en lugares como Asturias, en España, y Normandía, en Francia. Las manzanas utilizadas son clave para determinar el perfil de sabor de la sidra. Existen diferentes variedades de manzanas para sidra, que se clasifican en dulces, amargas y ácidas, lo que permite a los productores crear mezclas únicas.
El proceso de elaboración incluye la recolección, prensado, fermentación y, a menudo, un filtrado cuidadoso. La sidra se puede servir fría y es ideal para acompañar comidas, picoteos o disfrutar en ocasiones especiales. Además, su creciente popularidad ha llevado a la innovación en la producción, con la introducción de sabores y estilos que hacen que cada botella sea una experiencia única.
¿Cómo es el proceso de obtención de la sidra?
Lo primero que aprendí al investigar acerca de la creación de la sidra, es que las manzanas no se recolectan de cualquier manera. Cuando yo pensaba acerca de cómo sería el proceso, imaginaba a alguien con un cesto, recogiendo las manzanas del suelo o cortándolas de los árboles de forma manual; y aunque esto sigue siendo cierto en muchos lugares más pequeños y tradicionales, lo que realmente me sorprendió fue descubrir cómo la tecnología ha transformado esta parte del proceso en las grandes empresas productoras de sidra.
Hoy en día existen máquinas recolectoras que son capaces de hacer este trabajo ¡y son geniales! Recorren los campos recogiendo las manzanas de manera cuidadosa, sin dañar la fruta. Pero lo que más me llamó la atención sin duda, fue saber que existían sensores avanzados que controlan el estado de las manzanas en tiempo real ¡como lo oyes! Estas máquinas no se ocupan solo de «recoger manzanas», ya que también pueden determinar exactamente el momento en el que están en su punto óptimo para ser cosechadas, asegurando que sean lo suficientemente dulces o ácidas, dependiendo del tipo de sidra que se quiera producir.
Lo que antes era un proceso manual que podía llevar días y depender mucho de la intuición de los agricultores, ahora es una tarea rápida y precisa gracias a estas tecnologías; y aunque sigo apreciando ese lado tradicional en el cual las manzanas son seleccionadas a mano, no puedo negar que la tecnología tiene su encanto, ¿no crees?
Procesos tecnológicos de la fabricación de la sidra.
La tecnología no acaba ahí: hay más procesos que intervienen en la fabricación de la sidra que debemos destacar:
- Prensado.
Cuando se trata del prensado, debo confesarte que siempre me lo imaginé como algo sacado de una película: alguien girando una enorme prensa de madera, exprimiendo la fruta hasta obtener el zumo. Y aunque esa escena sigue existiendo en algunos rincones, lo cierto es que el prensado de las manzanas ha dado un giro radical gracias a la tecnología.
Hoy en día, las prensas hidráulicas o neumáticas hacen este trabajo con una precisión impresionante. Estas prensas modernas no solo logran obtener más jugo de las manzanas, sino que lo hacen de una forma tan rápida y eficaz que parece magia. Y no es solo cuestión de velocidad: el uso de estas prensas permite que el zumo que obtenemos sea de una calidad constante, algo imprescindible para que la sidra tenga el sabor que todos esperan.
Pero lo que realmente me dejó alucinada fue saber que, gracias a la tecnología, ahora se puede controlar hasta el más mínimo detalle del prensado, desde la presión, hasta el tiempo exacto de cada paso, garantizando así que cada lote de sidra sea igual al anterior en cuanto a calidad y sabor. ¡La precisión aquí es la clave! Yo siempre había pensado que hacer sidra era cuestión de azar y tradición, pero está claro que la ciencia también tiene mucho que decir.
- Fermentación.
La fermentación no se queda atrás; su proceso tecnológico es muy interesante. Me pareció increíble que algo tan natural como dejar fermentar zumo de manzana, pudiese beneficiarse de la tecnología ¡pero vaya que lo hace!
Antiguamente, este proceso dependía completamente de las levaduras naturales presentes en la piel de la manzana, y aunque eso sigue siendo cierto en algunos tipos de sidra más artesanales, la mayoría de las sidrerías modernas utilizan sistemas de fermentación controlados por tecnología. Básicamente, estos sistemas mantienen la temperatura y el ambiente en niveles ideales para que la fermentación ocurra de manera precisa. ¡Es casi como cocinar a fuego lento, pero con precisión milimétrica!
Además, otra cosa que no sabía, era que muchas empresas de hoy en día seleccionan las levaduras que usan en el proceso de fermentación, lo que les permite tener más control sobre los sabores y aromas que tendrá la sidra. Imagínate poder elegir exactamente cómo quieres que sepa tu sidra; para mí, fue algo sorprendente, porque no me había dado cuenta de cuánto dependía el sabor de estos pequeños detalles.
¡La ciencia detrás de todo esto es increíble!
- Filtrado y embotellado.
Si pensabas que la tecnología se limitaba solo a los procesos de prensado y fermentación, déjame decirte que sigue sorprendiéndome en cada paso. El filtrado es otra etapa clave en la creación de sidra, y es que antes se hacía de manera rudimentaria, dejando que las impurezas se asentaran en el fondo de las barricas. Pero hoy, con los avances tecnológicos, el filtrado es mucho más rápido y potente.
Lo más interesante de todo, es que este proceso moderno no compromete la calidad, sino que la mejora. Gracias a las técnicas avanzadas de filtrado, las impurezas son eliminadas de manera tan precisa que la sidra se vuelve mucho más clara y pura. Es sorprendente cómo, con la ayuda de la tecnología, podemos disfrutar de una bebida tan refinada sin perder su esencia natural.
Y si el filtrado me sorprendió, el embotellado me dejó aún más impactada, sobre todo después de ver el catálogo que nos muestran nuestros amigos de Boada Tecnología Ibérica S.L.U: ¿Sabías que ahora se utilizan máquinas de llenado al vacío para embotellar la sidra? Evitan que la bebida se oxide y garantizan que cada botella conserve toda su frescura por más tiempo ¡es genial!
La mejora tecnológica del mundo de la sidra.
Tras conocer todos los procesos, maquinarias y mejoras que la tecnología tenía que ofrecernos, me quedé con una reflexión en mi mente: la tecnología ha mejorado el sabor, calidad y trabajo de todo el sector de la sidra, pero también ha permitido a los productores de sidra experimentar con nuevas ideas. Gracias a sus múltiples avances, ahora podemos disfrutar de la creación de sidras espumosas, la infusión de sabores exóticos ¡y todo lo que queda por descubrir!
De hecho, si buscas un poco podrás encontrar incluso investigaciones y teorías que hablan sobre cómo manipular genéticamente las manzanas para obtener perfiles de sabor específicos, lo cual supone avances agigantados en todo este proceso; es como si estuviésemos entrando en una nueva era de la sidra, donde la tecnología nos permite soñar con sabores y texturas que antes parecían imposibles.
Eso sí, espero que nunca se pierda el toque artesanal que hace de la sidra una bebida tan especial ¡ese encanto no lo puede fabricar ninguna máquina!
Y por último, no puedo evitar preguntarme cómo será la sidra del futuro. Con los avances en inteligencia artificial y automatización, quizá en unos años veamos fábricas completamente automatizadas, donde todo el proceso sea controlado por máquinas. Aunque suena fascinante, espero que siempre quede espacio para la tradición y la pasión de quienes han hecho de la sidra una bebida tan icónica.
Al final del día, aunque la tecnología ha transformado radicalmente el proceso, la esencia sigue siendo la misma: el disfrute de una bebida que nos conecta con la naturaleza, el ingenio humano y, ahora, con el avance tecnológico.
Así que la próxima vez que levantes una copa de sidra, recuerda todo lo que hay detrás de cada sorbo. ¡Salud!