Las clínicas oftalmológicas están utilizando tratamientos como la blefaroplastia o el láser para corregir ojeras de una manera rápida, eficaz y poco invasiva.
Las ojeras son un trastorno que aparece a cualquier edad y que suele motivar frecuentes visitas a las clínicas oftalmológicas y a los centros estéticos. Las personas propensas a padecer este problema suelen lidiar con ellas gran parte de su vida y es normal que prueben diferentes tratamientos y trucos sin obtener resultados.
Las ojeras se manifiestan por una alteración de la coloración de la piel en la zona que está debajo del ojo. En realidad se trata de un concepto que engloba una serie de alteraciones en la zona que pueden darse de forma combinada o por separado.
Por ejemplo, llamamos ojeras a las bolsas de grasa que se forman bajo el párpado inferior. Pero también calificamos como tal el oscurecimiento de la piel en esa área, que puede ir acompañado o no de cierta inflamación.
Las ojeras son más frecuentes en personas con la piel más oscura, tiene que ver con la producción de melanina, la hormona responsable del color de la piel. Sin embargo, crean un aspecto más demacrado en aquellos individuos que tienen la piel más clara.
Es importante entender que todas las ojeras no son iguales y que cada una de ellas tiene una causa diferente. Se ha de estudiar cuál es la causa de las ojeras en cuestión para abordarla consecuentemente. No hacerlo así, impedirá que podamos resolver el problema.
La eliminación de las ojeras requiere, por tanto, un tratamiento personalizado. Vamos a ver qué tratamientos novedosos se utilizan en la actualidad, pero antes de todo, es necesario comprender como funciona esta anomalía.
Tipos de ojeras.
La Doctora Cecilia Rodríguez, oftalmóloga canaria y cirujana oculoplástica, directora de la Clínica de Párpados, un centro de referencia en el tratamiento de afecciones en el contorno de los ojos, dentro de las Islas Canarias, señala que al menos existen 4 grandes tipos de ojeras. Cada una de ellos requiere de un tratamiento diferente. Son estos:
- Ojeras hundidas. Estas ojeras aparecen cuando la piel de la zona que está bajo el párpado inferior se vuelve más fina con la edad. Es una consecuencia de que la mejilla de la persona pierde la grasa que la torneaba, al tiempo que disminuye la producción natural de colágeno por parte del cuerpo.
- Ojeras oscuras. Son esas ojeras escandalosas en las que la zona se torna amoratada o ennegrecida. Es una respuesta refleja del cuerpo, que aumenta la concentración de melanina en la zona, para protegerla. Esta respuesta puede ser motivada por una falta de descanso reparador o por problemas genéticos relacionados con la asimilación de hierro (un mineral esencial) para el organismo.
- Ojeras rojo-azuladas. Este tipo de ojeras está relacionada con la circulación periférica de la sangre. La piel de la zona se vuelve tan fina que hasta se atisban los vasos capilares que atraviesan el área. La causa de estas ojeras puede provenir de la falta de descanso, pero también aparecen otros factores como el tabaquismo, el estrés, las alteraciones renales o los efectos secundarios de algunas medicaciones
- Ojeras hinchadas. Estas son unas ojeras en las que entre la base del párpado inferior y la parte superior de las mejillas se forman unas abultadas y antiestéticas bolsas de grasa. El envejecimiento celular es la causa principal de la aparición de estas ojeras. Con los años, la piel del contorno de los ojos se vuelve menos elástica, lo que facilita que la gasa y los líquidos se trasladen hacia esa zona formando bolsas.
Causas de las ojeras y enfermedades relacionadas con ellas.
En la descripción de los tipos de ojeras ya hemos apuntado algunas de sus causas: envejecimiento, descanso insuficiente, problemas circulatorios. La página web de la empresa fabricante de productos para el cuidado de la piel Nivea recopila una serie de factores que influyen en la aparición y desarrollo de las ojeras. Son estos:
- Problemas hormonales y de circulación de la sangre.
- Tabaquismo y consumo excesivo de alcohol.
- Pocas horas de sueño.
- Estrés.
- Ansiedad.
- Hiperpigmentación.
- Sequedad de la piel.
- Sobreexposición al sol sin protección
- Afecciones de la tiroides
- Ausencia de ciertos nutrientes, como el hierro.
- Alergias.
- Deshidratación.
- Proceso natural de envejecimiento.
- Factores hereditarios.
Algunas enfermedades están relacionadas con la aparición de ojeras, como la anemia. Causada entre otras cosas, por la falta de hierro o problemas para metabolizarlo, que influyen en la dificultad del cuerpo para producir glóbulos rojos sanos que lleven el oxígeno necesario a las células. La anemia provoca debilidad, la cual se manifiesta, especialmente, en un área tan sensible como el contorno de los ojos.
Las enfermedades renales también influyen en la aparición de las ojeras. Los riñones cumplen una función primordial en la regulación de los líquidos del cuerpo y en la eliminación de toxinas. Si los riñones no funcionan correctamente, favorece que líquidos y grasas se concentren en zonas como la cuenca orbital.
Por otro lado, algunas alergias pueden provocar enrojecimiento y picor en la piel que hay alrededor de los ojos que, en ocasiones, desemboca en ojeras.
Somos conscientes de que hablar de asuntos de salud es un tema delicado. No procesar o presentar bien la información puede alimentar posiciones alarmistas e hipocondriacas. Aunque la relación entre estas dolencias y las ojeras existe, no es bueno alarmarse. La mayoría de las ojeras que padecemos no están asociadas con ninguna enfermedad grave.
La blefaroplastia.
Esta es una solución quirúrgica que elimina por completo las ojeras. Antes de empezar a comentarla es preciso dejar claro que no es necesario recurrir a ella en todos los tipos de ojeras. Por otro lado, esta técnica se ha desarrollado hasta tal punto, que hoy en día es una cirugía no invasiva. La incisión para realizar la operación no deja cicatrices visibles.
La blefaroplastia es la única forma posible de eliminar las bolsas de grasa que se forman bajo los ojos. En este caso se efectúa un corte transcutáneo en la línea de las pestañas inferiores, que permite separar la piel del músculo de la cuenca orbital. Esta apertura permitirá al cirujano drenar la grasa y el líquido alojado en las bolsas, estirar la piel, y eliminar la parte sobrante. Con esta operación se le devuelve la definición y tensión normal a la piel de la zona.
Es una cirugía ambulatoria, que no requiere ingreso ni recuperación postoperatoria, y con la que el paciente puede regresar a su vida normal nada más salir de la operación. Aun así, se recomienda que durante una semana no realice esfuerzos físicos para acelerar la recuperación.
La operación no dura más de 60 minutos y se realiza con anestesia local. El paciente no nota el dolor, aunque permanece despierto durante toda la intervención. A día de hoy, los efectos de la blefaroplastia son definitivos.
Métodos no invasivos.
La revista Trendencias nos habla en sus páginas de tratamientos para corregir las ojeras que no requieren intervención quirúrgica. Algunos de estos tratamientos están basados en la aplicación de innovaciones tecnológicas. Estos son algunos de los más destacados:
- Infiltraciones de ácido hialurónico. Estas infiltraciones se utilizan, sobre todo, para corregir las ojeras hundidas. La capacidad del ácido hialurónico para multiplicar su volumen atrapando moléculas de agua, son un recurso útil para rellenar la cuenca del ojo y la parte superior de las mejillas, que ha quedado esquilmada. A su vez, el alto contenido de agua hidrata en profundidad la zona, mejorando visiblemente la apariencia de los párpados. Sin embargo, a diferencia de la blefaroplastia, que hemos visto que sus efectos son permanentes, el ácido hialurónico termina absorbido completamente por el cuerpo entre los 6 y los 18 meses después de la infiltración.
- Carboxiterapia. Este es un tratamiento innovador que cosiste en infiltrar CO₂ bajo la piel por medio de agujas extrafinas. El dióxido de carbono reactiva la circulación periférica de la sangre, por lo que es un tratamiento adecuado para tratar ojeras rojo-azuladas.
- I.P.L (Luz Pulsada Intensa). Este es un láser restaurador de última generación, cuya tecnología ya se viene utilizando para abordar otros problemas dérmicos como la eliminación de las marcas que dejan las varices y otras manchas en la piel. Es un láser preciso, dirigido a la línea que se desea borrar y que, además, tiene el efecto secundario de que estimula la producción natural de colágeno. Lo que contribuye a regeneración celular de la zona.
- Láser fraccionado no ablativo. Este es un láser parecido al I.P.L., pero de más alto alcance. Se emplea para mejorar el oscurecimiento provocado por algunas ojeras y para atenuar arrugas finas que aparecen en el parpado inferior. En otro tipo de intervenciones, esta tecnología se emplea para borrar tatuajes y para eliminar pecas, lo que nos indica que es respetuoso con la piel circundante.
Para el tratamiento de ojeras también se están utilizando ultrasonidos, drenajes y toda una serie de técnicas que señalan que corregir este problema cada vez es más efectivo.